Derechos humanos en las relaciones laborales

Este artículo refleja otro tipo de realidades laborales que son comunes a muchos países del continente americano. Estos países no poseen una Legislación Laboral, como la que tiene Argentina, donde el trabajador posee una legislación, para el desarrollo de su actividad profesional.

La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA), es la expresión sindical regional más importante del continente americano. Fundada el 27 de marzo de 2008 en la Ciudad de Panamá, afilia a 53 organizaciones nacionales de 23 países, que representan a más de 50 millones de trabajadores/as. La CSA es la organización regional de la Confederación Sindical Internacional (CSI).

La Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA), ha determinado un Programa de Acción en el que se compromete a continuar y profundizar, el enfoque que reivindica los derechos laborales como derechos humanos, en una región que concentra uno los índices más altos de violencia contra los sindicalistas, como es el caso de Colombia hace unos años y acumula un amplio record de impunidad, los que requieren un seguimiento permanente.

Las violaciones a los derechos sindicales son una fuente de competencia desleal en la economía global y deben evitarse tanto por motivos económicos como de derechos humanos: este tipo de actitudes en cualquier lugar del mundo constituye una amenaza a la libertad en el resto. Solo una sociedad con respeto sustantivo de los derechos humanos y laborales puede construir una democracia real.

De la misma manera la negociación colectiva es impedida en amplios sectores, de la actividad económica e incluso en el Sector Público. Solo cuando los trabajadores y trabajadoras son libres para organizarse y negociar, son capaces de reclamar una parte justa de la riqueza que producen y de contribuir para que exista una equidad, consenso y cohesión en la sociedad, que permita la posibilidad de un desarrollo sostenible.

La CSA asume el compromiso de acompañar y articular regionalmente las luchas y los esfuerzos de los sindicatos, para negociar sus condiciones de trabajo y defender los trabajadores y trabajadoras. Esto implicará reforzar el accionar en la región y en los órganos de la OIT. Igualmente se requiere una mayor presencia del sindicalismo en las instancias de protección y defensa de los derechos humanos, en el marco del Sistema Interamericano de Derechos Humanos de la OEA y una activa solidaridad regional entre organizaciones gremiales.

La CSA se compromete a trabajar sin vacilaciones por el derecho de la libre sindicalización y a la negociación colectiva incluso en el sector público, como soportes indispensables de una democracia real y la vigencia de los derechos laborales.

Secr. Oscar E. Pereyra